jueves, 12 de julio de 2012

El cielo en la tierra. La experiencia de Monte Verità





Marcela Sánchez

El cielo en la tierra

 
En 1906, Ida Hofman y Herny Oedenkoven, fundadores de Monte Verità, afirmaron que “ante el hecho de que las relaciones humanas están dominadas por el egoísmo, la apariencia, el lujo y la mentira”, era necesario “cambiar nuestras vidas por una forma más natural y saludable de existencia”. Por esta razón fundaron Monte Verità en el Ticino, corazón italiano de los Alpes Suizos. Muy pronto los intelectuales europeos se mostraron interesados por el proyecto y le dieron su apoyo. En este ensayo lleno de admiración por el pensamiento utópico, Marcela Sánchez registra, entre otros seguidores de Monte Verità, a Jung, Eliade, Otto, Hesse, Kropotkin, Gross, Steiner, Arp, Joyce, Rilke, Mann, Frisch, Klee,Brecht, Stefan George, Duncan y muchos vegetarianos, nudistas, teósofos, anarquistas, literatos y utopistas llenos de candor y de verdad.



Nacidos en una realidad donde las relaciones humanas están dominadas por el egoísmo,
el lujo, la apariencia y la mentira, conscientes de esa condición
a través de las enfermedades del cuerpo y del espíritu que nos aquejan,
hemos decidido cambiar nuestras vidas por una forma más natural
y saludable de existencia.
La verdad, la libertad de pensamiento y acción acompañarán
nuestras aspiraciones como constantes puntos de referencia.
Ida Hofman y Henry Oedenkoven,
fundadores de Monte Verità, 1906



Cuando le preguntaban al médico anarquista Raphael Friedeberg cómo estaba su mujer, la teósofa Emy Lenz, respondía sarcástico: “Organizando un sindicato teosófico.”
En 1900, bajo el entorno histórico y filosófico de la Europa de preguerra, aparece la singular historia de la realización de una utopía que tomó el nombre de Monte Verità. Singular no sólo por su alcance sino por la radicalidad de sus propuestas iniciales, por la atracción que ejerció sobre innumerables artistas y pensadores, incluso porque preparó el terreno para la creación del Círculo de Eranos, el cual tuvo entre sus exponentes a Carl G. Jung, Rudolf Otto, Karl Kerenyi, Joseph Campbell, Mircea Eliade, Gilbert Durand, Gershom Scholem, Henry Corbin y Gerardus van der Leeuw.
En la región sur de los Alpes suizos, el Ticino, se localizan varios lagos de la Suiza italiana, entre ellos el Lago Maggiore, imponente por su extensión y por hallarse enclavado en el corazón de los Alpes. Llegar a los pueblos cercanos al lago es como arribar a una especie de oasis tropical en medio de un paisaje alpino que se refleja con sus grandes picos sobre la superficie acerada de los lagos. En el siglo xix, varios poblados de pescadores se establecieron a su alrededor, entre ellos la comunidad de Ascona. La región está dotada de un clima subtropical muy distinto de las temperaturas extremosas del resto de Suiza. La riqueza mineral es enorme y le otorga al lugar un magnetismo tan especial que propició el surgimiento de innumerables leyendas. La zona adquirió un prestigio paradisiaco, casi mágico. Pronto comenzó a recibir en su seno a refugiados políticos y pensadores que huían de la atribulada vida de las grandes ciudades europeas. La tradición de la neutralidad suiza ante los conflictos del resto de Europa era bien conocida.
El fin del idealismo alemán, el surgimiento del materialismo, el pensamiento de Nietzsche y las teorías de Freud parecían unirse en una lucha contra la filosofía positiva que tomaba fuerza con la industrialización: orden y progreso, unidos a la primacía de la ciencia. Por otro lado, el anarquismo había anclado en Ascona desde que en 1869 el célebre anarquista ruso Mijail Bakunin llegó a residir en el lugar como refugiado político. Poco después, en 1889, arribaron otros refugiados con proyectos muy distintos, como el de fundar un convento laico con el nombre Fraternitás, por iniciativa de los teósofos Alfredo Pioda y Franz Hartmann, justamente en la montaña de Ascona que más tarde recibiría el nombre de Monte Verità.
En noviembre de 1900, Ida Hofmann, Henry Oedenkoven, Gustav Gräser, Lotte Hattemer, Karl Gräser y Jenny Hofmann deciden aventurarse en la creación de una comunidad autárquica que los alejara de la civilización. La llamaron Cooperativa Vegetariana Monte Verità. Eligieron Ascona porque habían observado que en el lugar habitaban grupos aislados que vivían en reclusión. El grupo estaba inconforme con el rumbo que la sociedades occidentales habían tomado. Decidieron entonces adoptar la llamada “tercera vía”, conocida en Alemania como Lebensreform o reforma de vida, la cual tenía como antecedente el pensamiento reformista de Eduard Bernstein. Muchos jóvenes de la burguesía europea que no deseaban cambios profundos en la economía se sintieron atraídos por este proyecto. Tal fue el caso de la pareja formada por Ida Hofmann y Henry Oedenkoven, una maestra de piano y un joven heredero. También las ideas de Karl Gräser influyeron en el grupo. Gräser proponía que la reforma de vida se sustentara en el Emile de Juan Jacobo Rousseau y en la idea de Tolstoi de que el hombre debe vivir apegado a los dictámenes de su conciencia. El hermano de Karl, el poeta y pintor Gustav Gräser, de veintiún años, junto con la hermana de Ida, Jenny, fueron dos de los personajes más radicales del grupo. Gustav había pertenecido a varios círculos bohemios de Alemania. Más tarde, Hermann Hesse se convertiría en su discípulo.


La comunidad basó la reforma de vida en una dieta vegetariana estricta, la práctica del nudismo a la intemperie, el amor libre, formas de vida simple y natural, así como la reforma del vestido y de la escritura. Se trataba de una propuesta antiurbana, una especie de contra-mundo que buscaba volver a la naturaleza.
En el núcleo del diseño utópico de Monte Verità y su proyecto de vida comunitaria se dio la búsqueda de una pureza espiritual, del mismo modo en que Rousseau veía en el retorno a la naturaleza un reencuentro con lo sagrado y con toda forma de bondad y felicidad. Era necesario renunciar a cualquier relación con el mundo civilizado. Para ello parecía indispensable la creación de un hábitat natural, renunciar al vestido, al sostén o al corsé, y a cambio usar túnicas sencillas de lino, camisas anchas, pantalones semicortos y sandalias (otros llevarían los pies desnudos). La vida comunitaria, un régimen de vida natural y los movimientos mutualistas se convirtieron en una triada indisoluble.
Ida y Henry veían el uso del capital para iniciar Monte Verità como un mero instrumento, con la idea de que las siguientes generaciones pudieran proveerse sólo de la naturaleza. En apenas un año los fundadores construyeron con sus manos cabañas de “luz y aire” a base de madera, piedra y cal, trabajando entre once y trece horas diarias, vestidos con simples túnicas o desnudos. Labraron la tierra con azadones, sembraron jardines, plantaron árboles frutales y cultivaron viñedos. Asimismo, introdujeron tuberías de agua y electricidad con la ayuda de trabajadores locales. Hoy en día aún se pueden ver en el lugar algunas de estas rústicas cabañas: Casa Selma, Casa Aida y la famosa Casa dei Russi, donde, en 1905, habitaron varios estudiantes rusos y que sirvió de alojamiento a Lenin, Trotsky y Kropotkin.
Ida Hofmann y Henry Oedenkoven pensaban que la autoconciencia bastaría para crear una comunidad libre y capaz de conservar la armonía. Sin embargo, la confluencia de pensamientos tan heterogéneos como el anarquismo, el teosofismo y el naturismo, aunque alcanzó puntos de encuentro, acabó por provocar enfrentamientos insoslayables. Al inicio, parecía que las divergencias giraban en torno a cuestiones meramente prácticas, como renunciar o no al uso de electricidad o de calentadores. Sin embargo, para los radicales hermanos Gräser asuntos como éste tenían un significado decisivo en el proyecto de alcanzar un verdadero cambio de vida. Para los Gräser, Ida y Henry contravenían los principios de la comunidad al aprovechar las riquezas derivadas del capitalismo, mientras afirmaban que este sistema era el causante de los males de la sociedad.
Con toda su ingenuidad, el proyecto era asombroso por su arrojo y convicción. Es fácil imaginar que para los anarquistas la práctica vegetariana resultaba insulsa y absurda. En sus memorias, el anarquista Erich Müsham recuerda: “Después de haber trabajado toda la mañana en la construcción y sólo haber comido un durazno y una manzana, yo desfallecía y tomé un descanso. Henry Oedenkoven me reclamó que no continuara trabajando como los demás; nos enfrentamos y él me gritó: ‘Te puedes ir, no perdemos nada contigo.’ Así que me fui al centro de Ascona y pedí un gran bistec y una copa de vino que disfruté como nunca.”


Los primeros años de Monte Verità, hasta 1905, fueron los más radicales. Con el tiempo se agravaron los problemas financieros y la división entre los miembros se acentuó. Para entonces, el lugar era habitado de manera regular por cuarenta personas. Ida y Henry optaron por comercializar la Casa de Cura, que hasta entonces había funcionado sólo para los residentes. La transformaron en un sanatorio privado con servicio abierto al público. Esta decisión fue el punto culminante del desencuentro. Para los anarquistas, Monte Verità se había convertido en el experimento aislado de algunos excéntricos burgueses en busca de la “tercera vía”. El grupo de teósofos y naturistas prevaleció y aunque varios anarquistas abandonaron el proyecto no dejaron de influir en su proceso.
En 1905 se construyeron las casas más grandes y el sanatorio vegetariano, que fue bautizado como Sociedad Vegetariana de Monte Verità. La Casa Centrale se convirtió en el centro de reunión de toda la comunidad y del sanatorio; contaba con comedor, sala de música, cuarto de juegos, así como espacios con sol y aire para las curas naturales. La Casa Annatta fue construida a partir del concepto teosófico de casa-alma; conservada hasta hoy, en
el exterior es un claro paralelepípedo terminado en ángulos rectos en madera; por dentro, las formas orgánicas y ondulantes armonizan con los ángulos redondeados de techos, puertas y ventanas.
Un legendario personaje de Monte Verità fue el médico anarquista doctor Raphael Friedeberg, quien a partir de 1905 atrajo a la colonia a otros anarquistas. Había sido militante del Partido Socialdemócrata Alemán. Friedeberg pensó en Ascona como el lugar ideal para crear una comunidad anarco-reformista basada en un concepto creado por él mismo: el psiquismo histórico. Éste postulaba que la liberación del individuo podía darse a partir de una educación no constrictiva, libre del dogmatismo sociorreligioso de la burguesía. Friedeberg pudo desarrollar la medicina natural durante treinta y cinco años, mientras se daba la polémica con la medicina científica en auge. Otros anarquistas ligados a Monte Verità fueron Erich Müsham, Fritz Brupbacher, Kropotkin, Ernst Frick, el bohemio psicoanalista Johanes Nöhl y el psicoanalista austriaco Otto Gross, quien buscó fundar en Monte Verità un matriarcado naturalista y comunista.


Erich Müsham se convirtió en un crítico férreo de la comunidad. Para él había una terrible contradicción en el intento de crear una colonia autárquica inspirada en principios comunistas. Al observar la convivencia en el grupo, les advertía: “Todas las colonias comunistas que no sostengan una orientación revolucionaria socialista terminarán en el fracaso, sobre todo cuando los lazos que unen a sus participantes son tan insignificantes como lo son los principios vegetarianos.”
Para 1909, Monte Verità contaba con cerca de doscientos residentes y un número similar de opiniones. La mayoría eran seguidores del teosofismo, mientras que una parte minoritaria se afiliaba al antroposofismo de Rudolf Steiner. Aun cuando Ida y Henry no fueron teosóficos, sí compartieron el interés por la mitología y el reencuentro con las religiones orientales, sobre todo el hinduismo y el budismo. La creación en 1910 de la Escuela de la Nueva Vida, dirigida por Rudolf von Laban y su ayudante Mary Wigman, trajo a Monte Verità una etapa de ebullición artística; la escuela era lo más cercano a la idea de la reforma del cuerpo y del espíritu que impulsaba Ida Hofmann. En estos años el dadaísmo se hizo presente en el lugar, con la llegada de Hans Arp y su mujer Sophie Taeureb.
Los habitantes de Ascona dieron a los monteveritanos el mote de balabiott, que significa “baila desnudo”. Algunos viejos lugareños recuerdan: “Aquellos ‘nórdicos’ (alemanes, suizo-alemanes, holandeses e ingleses) hacían fiestas en las que durante noches enteras bailaban desnudos una especie de danza árabe.” Acercarse a Monte Verità estaba prohibido para los niños asconenses; aquel lugar, de acuerdo con los mayores, era de locos, endemoniados, monstruos, seres sucios que vivían en pequeñas cabañas como conejos. Señaladas con mayor recelo que los hombres, las mujeres recibieron todo tipo de apodos: “la Endemoniada”, “la Puta”, “la Cabra Negra”, “la Impúdica”. El municipio prohibió circular por Ascona con “minifalda”, así que los balabiott bajaban al pueblo con largas túnicas atadas a la cintura, y cuando no había nadie a su alrededor las desataban dejando a la vista las piernas y el torso.
El periodo expresionista


No es difícil suponer que fueron las crisis financieras y las rupturas entre los moradores las que llevaron a Ida Hofman y Henry Oedenkoven a abandonar el proyecto. En 1920 decidieron viajar a Brasil. Vendieron la propiedad a un triunvirato formado por los pintores Hugo Wilkens, Max Bethke y Werner Ackerman. Permanecieron en el lugar muchos artistas, entre ellos Hans Arp y su mujer Sophie. Otros dadaístas llegaron al lugar: Hans Ball, Hans Richter y Richard Hülsenbeck. En 1924, los nuevos dueños reinauguraron Monte Verità con una gran fiesta que duró más de media semana. El principio del vegetarianismo fue abandonado como norma; los veritenses pudieron deleitarse con platillos exquisitos, tomar champagne y andar desnudos por los jardines. A esta nueva etapa que postuló un arte dinámico se le conoció como el periodo “expresionista”. Durante dos años el lugar ofreció múltiples exhibiciones de arte, teatro, danza y música con un sentido carnavalesco.
La era del Barón von der Heydt
De nuevo en crisis financiera, en 1926 Monte Verità fue adquirido por el barón Eduard von der Heydt, banquero, coleccionista y mecenas. El centro naturista pasó a la época del gran capital. Connotados arquitectos del Bauhaus transformaron el sanatorio en el hotel que hasta la fecha funciona en el sitio. Monte Verità se convirtió en el templo de las colecciones de arte oriental y occidental del barón. La práctica del nudismo no fue abandonada hasta la donación del lugar al Cantón Ticino, tras la muerte del barón en 1964.
Monte Verità se convirtió en un espacio de sincretismo religioso que años después fructificó en el Círculo de Eranos, centro de estudios mitológicos fundado por la holandesa Olga Fröbe-Kapteyn, teósofa cercana a Annie Besant y al hindú Krishnamurti. Fröbe-Kapteyn llegó por primera vez a Monte Verità en 1924. Aquí nació su interés por el estudio de las religiones orientales. Entabló amistad con el mitólogo Rudolf Otto, con quien se propuso la tarea de analizar las religiones de Oriente y Occidente. Para ello, a partir de 1926 organizaron congresos anuales al pie de Monte Verità, a los que invitaron a renombrados estudiosos de las religiones. En 1933, el psicoanalista C.G.Jung fue invitado a participar; su colaboración se extendió hasta 1951. Gracias a estos congresos, Jung reafirmó su búsqueda de los arquetipos y de las estructuras simbólicas. El producto de estos congresos constituye una enorme aportación para la hermenéutica simbólica de la cultura.
Al hablar de Eranos y los compromisos de Mircea Eliade con el animismo, el chamanismo y la simbología alquímica, George Steiner afirmó: “¿Dónde sino en Ascona podrían darse tales aventuradas, apremiantes temáticas, recibir el privilegio de una precisa erudición, a menudo de la más alta calidad y de una suerte de zumbona gravedad platónica-nietzscheana?”


A pesar de todos los encuentros y desencuentros, en Monte Verità se refugiaron por cortas o largas temporadas más de seiscientas almas. Muchos escritores, pintores, músicos, bailarines y filósofos pasaron por este mágico lugar. Baste mencionar algunos de los más célebres: Hans Arp, Hans Ball, Richter, Hermann Hesse, James Joyce, Rainer María Rilke, Thomas Mann, Max Frisch, Paul Klee, Eduard Toller, Bertolt Brecht, Stefan George, Georg Kaiser, Mary Wigman, Von Laban, Isadora Duncan.
Con el tiempo, Monte Verità se convirtió en hotel de lujo, museo y centro cultural que resguarda con celo su historia. Hoy en día, Ascona es un centro vacacional por excelencia para millonarios suizos y europeos. No obstante, como un resabio de otros tiempos, aún es posible ver por sus calles a unos cuantos viejos artistas con barba y cabellos largos, con atuendos que recuerdan al prototipo de un hippie de los años sesenta.
El fin de la utopía
Dice E. M. Cioran en Historia y utopía: “Todavía me sorprende más que, siendo la sociedad lo que es, algunos se hayan esforzado en concebir otra, diferente. ¿De dónde puede provenir tanta ingenuidad o tanta locura? [...] Para concebir una verdadera utopía, para esbozar, con convicción, el panorama de la sociedad ideal, hace falta cierta dosis de ingenuidad, hasta de tontería...” Para Cioran, al hombre sólo le queda rumiar lo vano de su existencia; ese es su presente y en él las utopías no tienen cabida. La función de los utopistas ha sido denunciar los daños y calamidades que ha generado la propiedad privada, además de estimular la fascinación de lo imposible para no caer en un estado de esclerosis y de ruina. Hoy las utopías se han refugiado sobre todo en el imaginario literario, que se ha encargado de resguardarlas y de generar la creación
de nuevas utopías y antiutopías.

Enlace: http://www.jornada.unam.mx/2001/03/25/sem-monte.html


Monte Verità

Monte Verità. Comunidad filosófica utópica.Enlace: http://sobresuiza.com/2009/11/02/monte-verita-comunidad-filosofica-utopica/

la reforma de la vida y los naturmenschen:

 (extracto del lugar:  http://www.blavatsky.net, que no existe ya)

Pero, Churward no está el solo de apoyar la existencia de un continente perdido. Helena Petrovna Blavatsky, fundadora del movimiento théos, apoya también la existencia de un continente perdido, el Lémurie. Es tener en cuenta que Helena Blavatsky hizo estancias en India en una fecha en la que él mismo Churward se confinaba (final del siglo XIX - según H. Santesson). Fue iniciada también por "rishi" e influyó sobre las primeras búsquedas de Churward sobre la Edad de Oro de la humanidad. Blavatsky fue extrêment influido por las teorías racistas de Max Muller. Citan también el cercano padre del Théosophie, el Anthroposophie (de Rudolf Steiner) afirmando que la capacidad espiritual es una función de la "pureza" racial. Las teorías decretadas por Helena Blavatsky son muy próximas a los principios de Mahikari:

único dios

predominio de las leyes de la naturaleza y la naturaleza en general,

el universo es regulado por las leyes del karma

principio de los réincarnations sucesivos necesarios para la purificación de nuestros errores

principio de los tres planes: la física, mental y espiritual

rechazo de la teoría de la evolución

Edad de oro perdida (continentes absorbidos: Lémurie y Atlantide)

todas las religiones derivan de un mismo tronco (la religión primitiva del emperador de Japón según Mahikari)

importancia de los mitos

Dios envió mensajeros a distintos tiempos

Es ella también que introdujo las religiones orientales en Occidente.
Hermann HESSE (en el centro) a Monta Verità 

Parece pues que final del siglo XIX y principio del la 20.o, determinada esfera de influencia filosófica, reanudando principios muy similares, con no obstante algunas diferencias, se haya hecho día y tenga reúne conceptos occidentales y orientales. Esta esfera de influencia va a tomar otro cariz en los años veinte y treinta.
Después de la Primera Guerra Mundial se desarrolló en Alemania y Suiza un movimiento de vuelta a la naturaleza, de redescubrimiento del cuerpo humano, uniendo danza y gestos. Uno de estos filósofos, Jaques Dalcroze, fundó a una comunidad cuyo objetivo era encontrar la armonía con la naturaleza. El frontón de su escuela enarbolaba el símbolo oriental del Yin y el Yang entremezclados. Otras comunidades se instalaron sobre una colina del Tessin suizo que se llamado "Monta Verità". Estos "naturmenschen" vivían desnudos generalmente, cultivaban sus verduras (hubo una muy corriente vegetariano) y rechazaban la sociedad moderna. Realizaban danzas rituales, a menudo sobre una música de Wagner, lo preferido de un determinado Adolph Hitler. Algunas comunidades sirvieron de laboratorios a algunos théosophes. Se encontraban también libertarios, anarquistas y naturistes. Todas estas comunidades anunciaban una nueva edad y lamentaban la Edad de Oro (un matriarcat para algunos), el Paraíso Perdido. Citan el Orden el Templo de Este, Gross (que interpretó a su manera la teoría de Freud), Graeser o Muck-Lamberty que lanzó un movimiento que anuncia nuevo tiempo después de la derrota alemana de 14-18. Otro movimiento de las campañas, el WanderVogel (aves migratorias), prefiguró los scouts. Los niños iban hacer baladas, descubrir la naturaleza, cantaban de viejas canciones germánicas idealizando una edad media gótica, todo ello en una disciplina de hierro.
Estos movimientos de vuelta a la naturaleza y de "escutismo patriótico" fueron desviados por Hitler. Ciertamente, el todo WanderVogels no se volvieron nazi, pero prepararon los valores del régimen nazi: racismo, exaltación de la fuerza y la naturaleza, idealización de la edad media, idealización de la patria, armonía con la fuerza cósmica, fusión del individuo en la comunidad de la raza, etc.
Además, la mayoría de los movimientos rechazaban el dinero y el materialismo, al igual que Hitler que proponía su "nacionalsocialismo", su visión corporativista de la economía.
Enlace: http://www.fileane.com/espagnol/monta_verita_espanol.htm#naturmenschen
la visión anarquista y socialista  , un ejemplo:

Erich Muehsam  (1878-1934)

Der junge Schriftsteller, von der Berliner "Neuen Gemeinschaft" enttaeuscht, sah in Ascona die bessere Chance, "ein Zusammenleben auf eigene Faust zu bewirken, wie es Carl Graeser für sich allein ja beinahe schon erreicht hat". Er versu Umsetzung Gräaeerscher Ideen erst en seinem Schwabing-Asconeser Intellektuellenkreis, dann en DER "Tat"-Gruppe del Sozialistischen Bundes von Gustav Landauer." Muehsam plante die Herausgabe der Schriften von Carl Graeser, den er die "interessanteste, tiefste und bedeutendste Persoenlichkeit unter allen Colonisten" nennt, und duerfte seinen Freund Otto Gross den Graeserbruedern zugefuehrt haben. Sein Versuch, Asconeser Gemeinschaftsideale in der Muenchner Revolution politisch umzusetzen, wurde niedergeschlagen und endete letztlich mit seiner Ermordung durch die Nazis.
Monta Verità Gesamtansicht v.l.n.r. archivó a Andrea, archivó a Gentile, Haupthaus und archivó a Anatta (1905 

Contracultura en Monte Verità

Hace un siglo, en Ascona, Suiza, surgía una colonia de naturistas, partidarios del anarquismo, disidentes del psicoanálisis y artistas que se oponían a la cultura patriarcal y luchaban por el resurgimiento de una vida más libre basada en el mito de la mujer. La existencia de esos antihéroes, hoy casi ignorados, está hecha de amores, tragedias, orgías, locura y mágicos crepúsculos. Su pensamiento, curiosamente olvidado, desencadenó la desconfianza de las autoridades, contribuyó al desarrollo de la danza moderna, suscitó la inquietud de Sigmund Freud y marcó profundamente la obra de Hermann Hesse, Carl Gustav Jung, D. H. Lawrence, Franz Kafka y Franz Werfel
Desde lo alto del Monte Monescia, conocido internacionalmente como Monte Verità, el paisaje de la costa suiza del lago Maggiore sigue siendo deslumbrante como hace cien años, pero de un modo distinto. Quien hoy se sienta en la terraza del restaurante Monte Verità, una construcción de estilo Bauhaus, puede ver a sus pies la pequeña ciudad de Ascona, uno de los centros turísticos de verano más encantadores y elegantes de Europa (allí se realiza todos los años un célebre Festival de Jazz). Para los que conocen la historia del lugar, es como si ante ellos se exhibieran los frutos de una traición y de un crimen cuidadosamente disimulados por la belleza.
Esa historia se remonta a comienzos del siglo XX, cuando el malestar de la cultura mordía la carne de la burguesía y de los intelectuales europeos, sobre todo los alemanes y austrohúngaros. La situación, que tenía muchas similitudes con la de hoy, sería el prólogo de la barbarie nazi. Las fantasías utópicas abundaban y un espiritualismo vago, que a veces se tornaba violento, prometía más bien una vía de escape que una solución. El crecimiento industrial había cambiado la calidad de la vida urbana. Las nuevas tecnologías iban creando poco a poco un nuevo ejército de marginados: no sólo se trataba de los pobres, también abundaban rebeldes que provenían de las clases alta y media. En ese sentido, la historia de Monte Verità se asemeja en algo a los movimientos hippies de los años 70, a la New Age actual, pero también al súbito impulso de ciertos grupos de espíritu anarquista que militan en las organizaciones antiglobalización.

EN BUSCA DEL PARAÍSO

En 1899, tres de esos no conformistas que buscaban huir de las metrópolis se encontraron por casualidad en el centro de cura de aguas de Arnold Rikli, en Veldes (Austria). Se trataba del millonario Henri Oedenkoven, hijo de un industrial belga; de Ida Hofmann, una profesora de música y feminista once años mayor que él, y de Karl Gräser, un teniente del ejército austríaco. Los tres intimaron y se dieron cuenta de que compartían las mismas inquietudes y deseos. Detestaban la sociedad patriarcal, amaban al sol como a un dios y rendían culto a la Mujer primigenia, como símbolo de la Madre Tierra.
Pronto se sumaron al trío Jenny, la hermana de Ida, también música y cantante; el hermano menor de Karl Gräser, Arthur (o "Gusto", como él quería que lo llamaran); Ferdinand Brune, un teósofo de Graz, y Lotte Hattemer, hija de un alto oficial de Berlín. Los siete querían escapar de las grandes urbes y comprar un terreno donde pudieran crear una comunidad con un estilo de vida propio.
Los amigos se dividieron para recorrer el Sur (que para ellos era el Ticino) con el fin de encontrar un lugar apropiado para vivir en contacto con la naturaleza. Los hermanos Gräser dieron así con la pequeña población de Ascona, que contaba entonces con poco más de mil habitantes. Los jóvenes se pusieron de acuerdo para comprar tres hectáreas y media de tierra en lo alto de Monescia y bautizaron el lugar como Monte Verità ("Montaña de la verdad").
Entonces comenzaron las disidencias. Oedenkoven e Ida Hofmann querían levantar un sanatorio para gente adinerada y, con las ganancias, sostener una comunidad naturista. Los hermanos Gräser -sobre todo Gusto- no estaban de acuerdo en seguir comprando o vendiendo cosas, aunque Karl adquirió, de todos modos, un pequeño terreno al lado del que tenían Oedenkoven y Hofmann, y construyó una casa donde se fue a vivir con Jenny Hofmann. Gusto eligió como domicilio una cueva de rocas en la que vivía a la manera de un anacoreta y Lotte Hattemer prefirió las ruinas de una casa abandonada, frente a la cual, todas las noches, encendía al aire libre un fuego ritual para purificar el mundo.
En 1902, se inauguró el sanatorio de Monte Verità y llegaron los primeros pacientes. En la clínica sólo se servía comida vegetariana, casi toda cruda. Los pacientes se exponían con el cuerpo desnudo a baños de sol y se sometían a curas de aire, de tierra y de agua. Vestidos con túnicas y sandalias, se entregaban a danzas grupales bajo las estrellas o los rayos solares.
Ida Hofmann publicó un panfleto en el que explicaba cómo las mujeres podían alcanzar salud y condiciones de vida más armoniosas. En primer lugar, no debían casarse pues el matrimonio era, para ella, una cadena de mentiras. Las grandes religiones, el hinduismo, el cristianismo y el judaísmo eran patriarcales y, por tanto, debían ser evitadas.
El sanatorio atrajo no sólo a clientes, sino también a numerosos simpatizantes de esas ideas naturistas y alternativas que se instalaban en la colina, dormían al aire libre o en las cabañas que levantaban. Otros se alojaban en hosterías, o bien alquilaban casas. Muchos llegaban a pie, vestidos al estilo de Monte Verità (muy parecido, por otra parte, al de los hippies de 1970).

EL PSICOANÁLISIS PAGANO

En 1905, la llegada de Otto Gross, uno de los hombres que mejor representaría ciertas ideas de Monte Verità, marcó una nueva etapa, de gran riqueza ideológica. Lo acompañaba su esposa, Frieda. Ella permaneció allí hasta la muerte, mientras su marido iba y venía de Monte Verità, hasta que en 1913 se fue para no regresar. Alto, delgado, rubio, de labios sensuales y ojos celestes, Otto ejercía una atracción irresistible sobre las mujeres. Había nacido en 1877 en Graz y era hijo del juez Hanns Gross, a quien se considera el iniciador de la investigación moderna de los delitos. Munido del arsenal de la ciencia positivista, Gross padre intentaba establecer la inocencia o la culpabilidad de un acusado apoyándose en los datos científicos, comolas huellas digitales o el análisis de la sangre, que le parecían mucho más confiables que los testimonios. Sentía hostilidad hacia el psicoanálisis y atacó el trabajo de Freud sobre la sexualidad infantil, de 1896. Hanns Gross encarnaba todo lo que su hijo combatiría.
En 1899, Otto se graduó en medicina y se embarcó en el barco Kosmos de la Hamburger Line, como médico de a bordo, con destino a la Argentina. Pasó por Punta Arenas y llegó hasta Tierra del Fuego, donde tomó contacto con los anarquistas locales. Durante esa travesía se hizo adicto a las drogas en las que buscaba una ampliación del conocimiento. De regreso a Alemania, se enfrascó en el estudio del psicoanálisis. Mientras su padre se interesaba en los asesinos para castigarlos, Otto lo hacía para comprender su comportamiento, corregirlos e impedir castigos inútiles. Pronto se convirtieron en enemigos intelectuales y Hanns, munido de su prestigio oficial, persiguió a su hijo de un modo implacable.
En Ascona, Otto Gross encontró un lugar donde podía vivir de acuerdo con sus ideas sin despertar demasiado la atención. Jamás tomaba alcohol y nunca comía carne, pero nunca pudo librarse del todo de su adicción a la cocaína y a la heroína. Era partidario de las posiciones más extremas deFreud, que él llevaba aún más allá en la teoría y en la práctica. Freud desconfiaba de él por su independencia y su audacia, aunque llegó a reconocer que entre sus discípulos había sólo dos hombres geniales: Jung y Gross.
En 1908, en un Congreso de psicoanalistas realizado en Salzburgo, Jung habló sobre la esquizofrenia y Gross sobre las perspectivas culturales del psicoanálisis. Otto pensaba que las neurosis podían ser eliminadas por medio de un cambio social y cultural. La situación que se vivía en Europa tornaba inevitable la enfermedad y él, al negarse a disfrazar su propia enfermedad frente a sus colegas, sentaba un ejemplo para que los otros psicoanalistas hicieran lo mismo. Eso era demasiado para Freud, que subrayó: "Somos doctores, y debemos seguir siendo doctores". Otto empezó a sentir que Freud era una figura tan patriarcal como su padre.
Según Gross, el amor libre y la promiscuidad, más aún las orgías, eran prácticas aconsejables (que él mismo seguía), porque de ese modo hombres y mujeres, al liberarse del sentido de la propiedad sobre otros seres humanos, podrían conquistar un sentido de igualdad.
Uno de los hechos que lo condenaron socialmente fue un gesto que él consideró piadoso. Lotte Hattemer, una de las fundadoras de Ascona, víctima de una atroz depresión, quería suicidarse y le pidió un veneno que no la hiciera sufrir. Aunque Gross buscó evitar que ella tomara esa decisión, cuando comprendió que no había modo de hacerla retroceder y que ella iba a matarse del modo más cruento, le proporcionó una sustancia que ella utilizó para terminar su existencia sin dolores. Por supuesto, Otto tuvo que responder ante la justicia por esa actitud. Años más tarde, se vio de nuevo involucrado en el suicidio de otra mujer, Sophie Benz, lo que perjudicó aún más la reputación del psicoanalista.

JUNG SE LIBERA DEL PECADO

Freud le pidió a Gross después del Congreso de Salzburgo que se internara en Burghölzli, donde Jung lo trataría. Este sometió a su colega a una terapia intensiva. En una ocasión, hablaron doce horas seguidas, intercambiaron roles y Jung, fascinado por Gross, fue psicoanalizado por éste, que le transmitió su hostilidad hacia la monogamia. Jung, que pasaba por una profunda crisis, aseguró a Freud que la salud mental de Otto y la suya propia habían mejorado después de las charlas que habían mantenido.
Convertido a la poligamia, Jung, que estaba casado con Emma Rauschenstein, se apresuró a tener relaciones sexuales con Sabina Spielrein. Dos años más tarde, ciertos párrafos de sus obras y cartas muestran la influencia de su colega y paciente. Llegó a escribir, por ejemplo, que "si el psicoanálisis tenía una función moral, consistía en transformar a Cristo, con cautela, en el dios adivinador del vino, que era, y absorber todos los impulsos extáticos del cristianismo con el único objeto de hacer del culto y del mito sagrado lo que había sido: una fiesta del vino en la que todo hombre podía tener el ethos y la santidad de un animal".
Como si estuviera empeñado en probar las tesis de su hijo sobre el patriarcalismo tiránico y asesino, Hanns Gross lo persiguió de un modo implacable. En 1912 lo desheredó porque, según él, Otto estaba loco, como lo probaban sus sucesivas internaciones en instituciones mentales, su prédica del amor libre, el anarquismo y la convicción de que su mujer tenía derecho a tener hijos con cualquier hombre que ella eligiera. Al año siguiente, Hanns convenció a la policía de Berlín de que Otto era un peligroso psicópata que debía ser encerrado en un asilo y apartado de la educación de los hijos que había tenido con Frieda, a quien pidió además que se privara de sus derechos de madre.
El arresto de Otto provocó la reacción de los intelectuales de Prusia, Austria y Suiza, que firmaron solicitadas a su favor. Durante su encarcelamiento, Otto escribió una ética en la que afirma que la psicología del inconsciente era la filosofía de la revolución. El psicoanálisis se encargaría, según él, de liberar a los hombres, de crear un fermento de revolución en la psique. Curiosamente, los certificados de locura firmados durante una internación por Jung y por Freud habían contribuido a hundir a Otto en los terribles manicomios de la época.

LA BONDAD DEL GÉNESIS

Fueron varios los intelectuales de principios del siglo XX que cayeron bajo la fascinación de Gross y la atmósfera de Monte Verità. El novelista Franz Werfel fue uno de ellos. En su novela Barbaraexpone las teorías de Gross, a través del personaje del doctor Gebhart, quien sostiene que el placer es el único criterio de valor. Según Gebhart-Gross, el amor reinaba en los tiempos de Babilonia, cuando la mujer tenía la misma dignidad que el hombre, pero el monoteísmo judío apartó el amor del mundo. La Biblia, salvo en el Génesis, difundió el patriarcalismo.
Gebhart-Gross suponía que el Génesis de la Biblia debía de haber sido escrito por un sacerdote de la vieja religión matriarcal porque en sus páginas se admite que la mujer fue en un momento histórico desviada por el Espíritu Maligno. Este la persuadió de renunciar a su antigua dignidad, que la ponía por encima del hombre y la asimilaba a la Madre Tierra, a cambio de comodidad y de protección. Cuando el hombre y la mujer, tentados por el Mal, comieron el fruto prohibido, sellaron el trato por el cual cada varón promete mantener a una mujer y a sus hijos a cambio de que ella se convierta en su propiedad privada.La sociedad había terminado por asesinar a la Madre mítica.
Otro de los escritores que se interesaron por la personalidad de Gross fue Franz Kafka, que lo conoció en Praga. Kafka había leído los ensayos sobre psicoanálisis de Otto Gross y, por cierto, comprendía la terrible relación que éste tenía con su padre, ya que tenía muchos puntos en común con la que él mantenía con el suyo. Por si fuera poco, Kafka había sido alumno de Derecho de Hanns Gross. El autor de El proceso no pudo haber simpatizado con él, pero la aparente coincidencia entre su pensamiento y la tesis de Hanns de que algunos hombres han nacido criminales y, en cierto modo, están condenados a ser procesados y castigados desde el nacimiento, debe de haberlo impresionado porque, de un modo diferente, Kafka sostiene esa idea y la hace aún más extrema. Todo hombre es culpable, aunque no sepa de qué crimen.

EL SACERDOTE DEL AMOR

Si bien no llegó a conocerlo D. H. Lawrence se vio influido por las ideas de Otto Gross. Frieda von Richthofen, que sería la esposa de Lawrence, había pasado una temporada en Ascona y había compartido el amor de Otto con su hermana Else (ésta tuvo un hijo, Peter, con Gross). En la descripción que Frieda hizo de Otto a Lawrence, el psicoanalista aparecía "tan hermoso como un Dionisos blanco". En la novela de Lawrence Mr. Noon , el personaje de Eberhard está inspirado en Otto. De acuerdo con el texto de Lawrence, Eberhard-Gross "hacía creer en el amor, en el carácter sagrado del amor".
Cuando Frieda se unió a Lawrence, le entregó las cartas que Gross le había dirigido como una especie de dote intelectual. A través de ella, Lawrence recibió no sólo la influencia de Otto, sino la de todo el ambiente espiritual de Ascona que practicaba el culto solar y veneraba la pureza de la carne y de los instintos. Frieda, según Gross, había logrado liberarse "de la castidad impuesta por la moral, de la Cristiandad y de la Democracia, y toda esa pila de tonterías..."

HESSE Y LA VIRGEN

Hermann Hesse recibió la influencia de Ascona por varias vías. Siempre se sintió atraído por el vagabundeo. En uno de sus primeros libros, Knulp , el protagonista es un vagabundo amable que vive en un mundo de juego y sensualidad. Los peregrinos que iban hacia Monte Verità y pasaban frente a la casa de Hesse excitaron de joven su sed de aventuras. En 1907, Hesse siguió una cura en la clínica de Ascona para librarse del alcoholismo y al año siguiente se encontró allí con Gusto Gräser. La figura de ese hombre que vivía entre las piedras, apartado del mundo de producción capitalista, atrajo la fantasía de Hesse, que se inspiró en él para crear algunos de sus personajes.
Gräser se había atrevido a hacer lo que Hesse nunca haría. Recorría Suiza y Alemania predicando la vuelta a la naturaleza y el rechazo a la sociedad capitalista. Al mismo tiempo, escribía sobre Lao Tse. Perseguido por las autoridades como un sospechoso anarquista, fue encarcelado varias veces. En una de esas oportunidades confió sus textos sobre Lao Tse a Hesse. Huellas del contacto de éste con Monte Verità se pueden encontrar en Demian , que fue calificada de novela junguiana, en El lobo estepario y en El juego de abalorios , que termina con el baile místico de un joven, contemplado por su maduro tutor, frente al lago. Esa última escena le debe mucho al espíritu de Rudolf Laban y Mary Wigman, creadores fundamentales de la danza contemporánea y animadores de la vida cultural de Ascona (ver recuadro). En Viaje a Oriente también hay referencias a Monte Verità. Leo, uno de los principales personajes del libro, es una recreación de Gusto Gräser.
Hesse fue muy sensible al culto de la Mujer que se practicaba en Ascona. Llegó a escribir un artículo sobre la Fiesta de la Madonna en el cantón Ticino. Su pensamiento, marcado por el psicoanálisis de sello junguiano al que se había sometido, lo había hecho en los años de juventud muy devoto de la figura de la Madre, como puede apreciarse en Demian , donde el protagonista queda encandilado por la bella madre de Demian.
Durante varios años, Hesse siguió en contacto con Gräser y solucionó los problemas económicos de éste. En cierto modo, se sentía culpable de haber utilizado la existencia atormentada de Gräser para su obra. Pero mientras Gusto terminó su existencia en 1958 casi como un mendigo, pero fiel a sus ideas contradictorias, Hesse sucumbió a la comodidad que le proporcionaba el dinero que ganaba con sus libros, a la popularidad y, finalmente, al Premio Nobel.
A fines de 1919, con la partida de Laban de Ascona y con la muerte de Otto Gross, en 1920, el espíritu que había animado Monte Verità terminó disolviéndose y pronto cayó en el olvido. La muerte de Gross en 1920, entregado a la locura, persiguiendo la sombra de la Mujer y el espejismo de una sociedad matriarcal, era una advertencia del peligro que podían correr los que desafiaban el patriarcalismo.
Entonces Ascona fue invadida por una sociedad cosmopolita, rica y frívola, que seguía el prestigio maldito de la bohemia en el preciso instante en que la bohemia abandonaba las costas del lago. Pronto esas tierras que los fundadores de Monte Verità y los peregrinos habían comprado por nada se valorizaron. Las islas de Brissago, en el medio del lago, frente a Ascona, adquiridas por Max James Emden, rico comerciante de Hamburgo, se convirtieron en el centro de una vida social aristocrática y disoluta. El espíritu demoníaco de Ascona se había reencarnado, pero esta vez no era el ardor vital del sexo lo que movía a los cuerpos y a las almas, sino el del dinero. Veinte años después, el capitalismo había derrotado y, más aún, asimilado a la contracultura.
Por Hugo Beccacece 
De la Redacción de LA NACION
Bibliografía: Mountain of Truth , de Martin Green; el catálogo de la exposición Le mammelle della verità , compilación de artículos de Harald Szeemann; Antologia di Cronaca del Monte Verità , de Gio Rezzonico y A Life of Jung de Ronald Hayman. .
Escuela de arte en monte verità
 
La pequeña ciudad de Ascona, entre los Alpes suizos, a orillas del Lago Maggiore en el Ticino, región suiza-italiana, dotada de un clima privilegiado, se convirtió, junto con otras ciudades de la zona, en un lugar que ofrecía la posibilidad de una utopía. Desde 1870, la presencia en el lugar de los anarquistas rusos (como Mijail Bakunin) contribuyó a la creación de un terreno fértil para ideas vanguardistas. Ascona fue un enclave del espíritu laico centroeuropeo con la confluencia de tendencias muy heterogéneas, como sociedades teosóficas, grupos naturistas, profetas, anarquistas y escritores. Monte Verità, situado sobre la ciudad de Ascona, fue el lugar elegido para fundar una colonia naturista. La idea surgió de la pareja formada por una maestra de piano, Ida Hoffmann (1864), y Henri Oedenkoven (1875), hijo de un industrial. Compartían su aversión por la civilización y coincidían en pensar que el retiro de la sociedad moderna podría convertirse en una nueva escuela de vida. Otros fundadores fueron Karl Gräser (1875), ex oficial del ejército, su hermano Gustav Gräser (1879), poeta y pintor, perteneciente a los círculos bohemios de Alemania, Lotte Hattemer y Ferdinand Brune. Muchos otros pensadores y artistas estuvieron en Monte Verità: anarquistas como el médico Raphael Friedeberg, Erich Mühsam, Ernst Frick, Otto Braun; los psicoanalistas Otto Gross y C.G. Jung; el pintor Paul Klee; los escritores Hans Arp, Hugo Ball y Hermann Hesse.
El proyecto de Hoffmann-Oedenkoven en Monte Verità tuvo desde su inicio el retorno consciente a la naturaleza, llamado lebensreform (reforma de vida), que podía alcanzarse por medio del vegetarianismo y el nudismo, así como la liberación del hombre –entendido como unidad del cuerpo, el alma y el intelecto– a través del potencial físico e intelectual reprimido. El cuerpo fue el protagonista. La enseñanza consistía en usar "ritmos biológicos primitivos", la práctica de tratamientos de helioterapia (curas de sol) y ejercicio físico. Bajo la visión de un esfuerzo autopedagógico que revitalizara al cuerpo, se obtendría la pureza de espíritu. La danza como el arte del cuerpo por excelencia encontró en Monte Verità el centro ideal. Aquí, la danza se convirtió en la expresión más emblemática, en el símbolo ideal y unificador de un mundo heterogéneo de ideas y personalidades.
Varios innovadores de la danza fueron atraídos por Monte Verità. En 1909, Jacques Dalcroze, estudioso del sentido rítmico originario de la danza, permaneció varios meses en la colonia. En 1913, la influencia de Isadora Duncan en Monte Verità quedó grabada tras su visita. Habiendo sido la primera en inspirarse en las esculturas griegas y en la eurritmia (síntesis de música y movimiento acorde a la metodología del ritmo plástico) de la antigüedad clásica para sus interpretaciones, fue quien la difundió desde 1899. Fue refutada por su danza con los pies desnudos y adorada por otros como la sacerdotisa de una nueva danza sagrada. El bailarín húngaro Rudolf von Laban (1879-1958), quien había iniciado una escuela de danza dramática en el teatro nacional de Bratislava y, hacia 1910, abierto una escuela de danza libre y absoluta en Mónaco, en 1913 decidió fundar en Monte Verità una filial de su escuela, bautizándola como "Escuela de arte cooperativa individual de Monte Verità", cuya tarea fue encontrar una forma de vida simple para alcanzar la regeneración vital de las artes, basada en las ideas difundidas porgesamtkunswerk (síntesis de las artes). Se rechazó toda forma artística esquemática e institucionalizada. El retorno al ritmo original del movimiento fue la reforma principal de la danza.
En la nueva escuela, la teoría del movimiento de Laban se basó en los factores de movilidad: el peso, el tiempo, el espacio y el flujo. Los cursos se dividieron en cuatro secciones: el arte del movimiento, el arte del sonido, el arte de la palabra y el arte de la forma. Con la esperanza puesta en el trabajo comunal, Laban esperaba encontrar la fusión del individuo en una danza común, de manera que cada integrante mantuviera una expresión libre total que vibrara al unísono con los demás. Para Laban este sueño se llamaría la Catedral del futuro. La nueva escuela de danza estuvo regida por los principios del cooperativismo; sus discípulos adoptaron una estricta alimentación vegetariana, sembraban, cocinaban, hacían sus vestidos, hacían ejercicio al aire libre con los pies desnudos, en flotantes túnicas, tratando de penetrar en los secretos del cuerpo y su relación con el espacio y la naturaleza. La creación coreográfica de Laban era concebida como poesía danzada y lo llevó a crear para Monte Verità obras como la danza dramática El viaje al infierno de Istar, inspirada en mitos de la antigua Babilonia, yDanza la baqueta del tambor, inspirada en las antiguas religiones de México. Entre las alumnas de Laban estuvieron su asistente Mary Wigman, promotora de la danza absoluta, antecesora de la danza expresionista alemana, y Sophie Taeuber, compañera del poeta dadaísta Hans Arp.
En 1920, la escuela de Monte Verità fue cerrada tras la partida de la pareja Hoffmann-Oedenkoven, pero la danza continuó a cargo de la bailarina Charlotte Bara, quien promovió una danza expresiva de carácter ritual y religioso. Ese mismo año, el barón Eduard von der Heydt compró Monte Verità para convertirlo en un centro cultural internacional, hasta su donación al cantón Ticino en 1956.



Sociedad teosófica


Sociedad Teosófica

Sociedad Teosófica
FundadorHelena Blavatsky
LíderRadha Burnier, presidenta
Tipoesoterismo y doctrinas orientales y teosofía
Nombre de sus seguidoresTeósofos
Textos centralesLa doctrina secretaIsis sin velo y otros
SedeAdyarIndia.

Sociedad Teosófica, Paris.
La Sociedad Teosófica es una organización o fraternidad mundial que aspira a despertar la sabiduría y conocimiento de los misterios del universo y del ser humano (teosofía). Según la cofundadora y figura de referencia de este movimiento, madame Blavatsky, es «una sociedad para la búsqueda de la sabiduría divina, sabiduría oculta o espiritual».

Helena Blavatsky


Helena Petrovna Blavatsky (18311891) fue una escritora, ocultista yteósofa rusa y una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica (retrato de1877 en Nueva York).
Helena Blavatsky, también conocida como Madame Blavatsky, cuyo nombre de soltera era Helena von Hahn y luego de casada Helena Petrovna Blavátskaya —Елена Петровна Блаватская, en ruso—, (Yekaterinoslav12 de agosto de 1831 - Londres8 de mayo de1891), fue una escritora, ocultista y teósofa rusa. Fue también una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica y contribuyó a la difusión de la Teosofía moderna. Sus libros más importantes son Isis sin velo y La Doctrina Secreta, escritos en 1875 y 1888, respectivamente.
Su nombre original era Helena von Hahn. Nació en la ciudad de Yekaterinoslav (actual Dnipropetrovsk), situada en las márgenes del río Dniéper, en el sur de Rusia (actualmente territorio de Ucrania). El apellido Blavatsky se debe a un breve matrimonio con un “hombre mayor”, llamado Nikífor Vasílievich Blavatsky, a los 17 años de edad. En rigor, la grafía correcta y coherente con la forma femenina rusa del apellido sería Blavátskaya. Petrovna es el patronímico, es decir, identifica al padre. De esta manera, Petrovna significa hija de Piotr (Pedro).
Enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Helena_Blavatsky


Jiddu Krishnamurti



Jiddu Krishnamurti (Telugú:జిడ్డు కృష్ణమూర్తి) o J. Krishnamurti (n. 12 de mayo de 1895, en Madanapalle, Andhra PradeshIndia –17 de febrero de 1986, en Ojai, CaliforniaEstados Unidos), fue un conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual. Sus principales temas incluían la revolución psicológica, el propósito de la meditación, las relaciones humanas, la naturaleza de la mente y cómo llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global.
Krishnamurti nació en la ciudad de MadanapalleAndhra Pradesh, en la India colonial, y fue descubierto en 1909, cuando aún era un adolescente, por Charles Webster Leadbeater en las playas privadas del centro de la Sociedad Teosófica de Adyar en Madrás, India. Posteriormente fue adoptado y criado bajo la tutela de Annie Besant y C.W. Leadbeater dentro de la Sociedad Teosófica, quienes vieron en él a un posible Líder Espiritual. Sin embargo, rehusó a ser el mesías de un nuevo credo, hasta que en 1929disolvió la orden creada para ese fin.1 Alegaba no tener nacionalidad, ni pertenecer a ninguna religión, clase social, o pensamiento filosófico. Pasó el resto de su vida como conferenciante y profesor viajando por el mundo y enseñando sobre la mente humana, tanto a grandes como a pequeños grupos. Fue autor de varios libros, entre ellos La libertad primera y última libertadLa única revolución y Las notas de Krishnamurti. A la edad de 90 años dio una conferencia en la ONU acerca de la paz y la conciencia, y recibió la Medalla de la Paz de la ONU en 1984. Su última conferencia fue dada un mes antes de su muerte en 1986.
Paradójicamente, sus continuadores fundaron varias escuelas, en la India, Inglaterra y Estados Unidos; y tradujeron en varios idiomas muchos de sus discursos, publicándolos como libros filosóficos.
La biógrafa Mary Lutyens escribió un libro acerca de la juventud de Krishnamurti cuando vivía en la IndiaInglaterra, y finalmente en Ojai, California titulada Krishnamurti: The Years of Awakening. Ella formaba parte de la Orden de la estrella, organización fundada para Krishnamurti cuando este aún era muy joven. Por ello, lo conoció desde su adolescencia hasta su muerte. Este libro posee muchos detalles acerca de su vida durante ese periodo, algunos de ellos rara vez fueron tratados por él. Lutyens escribió tres volúmenes adicionales de la biografía: The Years of Fulfillment (1983), The Open Door (1988), y Krishnamurti and the Rajagopals (1996). Adicionalmente, publica y abrevia los tres primeros volúmenes en el libro The Life and Death of Krishnamurti(1991). Otras biografías de Krishnamurti son: Krishnamurti, A Biography (1986), por Pupul Jayakar y Star In the East: Krishnamurti, The Invention of a Messiah (2002), por Roland Vernon.



Annie Besant

Annie Besant
Annie Besant in 1897.JPG
Annie Wood Besant en 1897.
NombreAnnie Wood Besant
Nacimiento1 de octubre de 1847
Londres, Clapham
Fallecimiento20 de septiembre de 1933 (85 años)
Bandera de India IndiaAdyar
Nacionalidadbritánica
OcupaciónFilosofa, Escritora, Feminista
CónyugeFrank Besant
HijosDigby, Mabel
Annie Wood Besant (ClaphamLondres1 de octubre de 1847 – AdyarIndia20 de septiembre de 1933) estudió Ciencias y Botánica en Inglaterra y se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Benarés, India.1 Fue educadorainvestigadora,escritoraperiodista, estadista y una gran oradora; fue una militante feministaactivista a favor de la independencia de Irlanda y de la India, llegando a ocupar la presidencia del Congreso Nacional Indio.
Desde 1889 colaboró como correctora de estilo en la escritura de La Doctrina Secreta, y recibiendo los dictados de Blavatsky. Tras el cisma que ella inició con la calumnia y expulsión de William Judge, sucedió a Henry Olcott luego de su muerte en la presidencia de la Sociedad Teosófica desde 1903 hasta 1933 y fue iniciada en la masonería en 1902.2
Desde 1893 hasta su última enfermedad, presidió sus famosas Convenciones Anuales y Ciclos de Conferencias que luego se convirtieron en la mayoría de los más de 330 libros y folletos que legó como guía a quienes aman la Verdad.
En 1911 se convirtió en vicepresidenta de la Comasonería mundial y alcanzó el grado de Gran Maestre del Consejo Supremo de la Orden Internacional de la Comasonería, una obediencia masónica que permite la iniciación de mujeres.3 En 1912, junto a Marie Russak y James Wedgwood fundó la Orden del Templo de la Rosa Cruz inspirada en las enseñanzas del esoterismo occidental.

El espantapájaros

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Centenario Miguel Hernandez

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